Un entorno en el que se desarrollan habilidades psicomotoras, en el que se construyen relaciones personales, en el que se mejora (o al menos se debería intentar) la capacidad para escoger las mejores opciones en la búsqueda de una solución. En ese entorno que pretendemos que sea el deporte, que mejor situación de partida para desarrollar el aprendizaje emocional (inteligencia emocional).
Y que es esto de la Inteligencia emocional, para mí, esa capacidad para reconocer los sentimientos propios y ajenos y para ser hábil (inteligente) para el manejo de los sentimientos.
Y como lo solemos hacer? , implicamos las capacidades básicas de descubrir las emociones y sentimientos propios, reconocerlos, manejarlos, crear una motivación propia y gestionar las relaciones personales.
Un individuo que gracias a la misma consigue en su relación con los demás confianza, personal y profesional entre otros objetivos. No lo veis básico para un menor?
Cuando se es inteligente emocionalmente uno es capaz de reconocer y de manejar todo lo que pueden ser las emociones de tipo negativo que experimente. Tiene mayor capacidad de relación con los demás, porque cuenta con la ventaja de que consigue entenderlos al ponerse en sus posiciones. Logra utilizar las críticas como algo positivo, ya que las analiza y aprende de ellas. Es alguien que precisamente por tener esa inteligencia emocional y saber encauzar convenientemente las emociones negativas, tiene mayor capacidad para ser feliz. Cuenta con las cualidades necesarias para hacer frente a las adversidades y contratiempos, para no venirse abajo (resiliencia).
Y después de todo esto, ¿que nos impide ponerlo en marcha en el deporte?, miedo, desconocimiento, ganas, ….escusas….. Podemos formar en el deporte de una forma, que nos permita desarrollar no solo deportistas, sino también personas.
Hagámoslo!!!